miércoles, 13 de enero de 2010

Naturalismo en España:


En España participaron de este movimiento hombres comprometidos con posturas cercanas al Krausismo o la izquierda como Galdós (La desheredada), Clarín y Vicente Blasco Ibáñez. Desde la óptica conservadora puede también hablarse de un Naturalismo cristiano no rigurosamente pesimista ni determinista en el que militaron autores como Pardo Bazán, Luis Coloma, José María de Pereda (que se acercó al naturalismo en su novela La Puchera), Juan Armada y Losada, José de Siles, Francisco Tusquets, Ángel Salcedo y Ruiz y Alfonso Pérez Gómez Nieva. Otro tercer grupo estaría integrado por los hombres de la revista Gente Nueva, luego ampliado en otra revista, Germinal, de ideología más extremista y que estaría integrado por los escritores del llamado Naturalismo radical: Eduardo López Bago, José Zahonero, Remigio Vega Armentero, Enrique Sánchez Seña, Joaquín de Arévalo, Jose María Matheu Aybar, Manuel Martínez Barrionuevo, Eugenio Antonio Flores, Silverio Lanza, Emilio Bobadilla, Alejandro Sawa, Joaquín Dicenta (quizá el poeta y dramaturgo del naturalismo más importante en castellano), José Ortega Munilla, Jacinto Octavio Picón, Ernesto Bark, Ricardo Macías Picavea y algunos otros más. En lengua catalana destaca Narcís Oller. Epígonos del naturalismo son en cierta medida Felipe Trigo y Augusto Martínez Olmedilla.
Empero, y con la excepción de algunos ensayos serios, como La desheredada, de Galdós, lo que se practica en España no es un auténtico naturalismo zolesco, sino una fórmula conciliadora que extrae algunos recursos formales de Zola sin seguir su doctrina ideológica (
ateísmo, positivismo, determinismo). Este sincretismo es el que practican Pardo Bazán o el marqués de Figueroa.

Autores:

Los autores se dividen en realistas y naturalistas:
Realistas:
  1. Pereda
  2. Valera
  3. Galdós
  4. Clarín

Naturalistas:
  1. Emilia Pardo Bazán
  2. Vicente Blasco Ibáñez

Características del naturalismo:

  1. Determinismo positivista como orden vital supremo, traducido, con frecuencia, en fatalismo mecanicista. El naturalista presenta al ser humano sin albedrío, determinado por la herencia genética y el medio en que vive. En él influyen el
  2. Positivismo de Auguste Comte, que no valora que no puede ser objeto de experiencia, el Utilitarismo de Bentham y Stuart Mill, que juzga todo en función de su utilidad, y el Evolucionismo físico de Darwin y social de Herbert Spencer, que niega la espiritualidad del hombre al negar la intervención divina, y el materialismo histórico de Marx y Engels. En la mayoría de los escritos lo que se intenta es reflejar que la condición humana está mediatizada por tres factores: la herencia genética, las taras sociales (alcoholismo, prostitución, pobreza, violencia) y el entorno social y material en que se desarrolla e inserta el individuo. Esto es, lo que se conoce en filosofía como Determinismo. De aquí deriva otra importante característica del Naturalismo, una crítica (implícita, ya que el valor documental y científico que se pretende dar a la literatura de este tipo impide aportar opiniones propias) a la forma como está constituida la sociedad, a las ideologías y a las injusticias económicas, en que se hallan las raíces de las tragedias humanas.
  3. La fisiología como motor de la conducta de los personajes;
  4. Anticlericalismo radical
  5. Sátira y denuncia social. La novela naturalista no vale como simple pasatiempo, es un estudio serio y detallado de los problemas sociales, cuyas causas procura encontrar y mostrar de forma documental.
    Concepción de la literatura como arma de combate político, filosófico y social;
    Argumentos construidos a la sombra de la herencia
    folletinesca y orlados de un abrumador pesimismo;
  6. Feísmo y tremendismo como repulsivos. Puesto que se presentan casos de enfermedad social, el novelista naturalista no puede vacilar al enfrentarse con lo más crudo y desagradable de la vida social.
    Adopción de los temas relativos a las conductas sexuales como elemento central de las novelas. No se trata de un erotismo deleitoso y agradable, sino que es una manifestación de enfermedad social, suciedad y vicio. Por ello, frecuentemente el novelista naturalista se centra en el mundo de la
    prostitución, vista como lacra social y como tragedia individual. El público confundía sin embargo a veces naturalismo con pornografía, lo que no era la intención de los naturalistas. Estos critican con frecuencia la literatura folletinesca que trastorna la percepción de la realidad.



Naturalismo:


El naturalismo es un estilo artístico, sobre todo literario, basado en reproducir la realidad con una objetividad perfecta y documental en todos sus aspectos, tanto en los más sublimes como los más vulgares. Su máximo representante, teorizador e impulsor fue el periodista Émile Zola que expuso esta teoría en el prólogo a su novela Thérèse Raquin y sobre todo en Le roman expérimental (1880). Desde Francia, el Naturalismo se extendió a toda Europa en el curso de los veinte años siguientes adaptándose a las distintas literaturas nacionales. El naturalismo presenta al ser humano sin albedrío, determinado por la herencia genética y el medio en que vive. Su máximo representante es Émile Zola:

domingo, 10 de enero de 2010

Obra representativa de Vicente Blasco Ibáñez.

Los cuatro jinete del apocalipsis:
Esta obra de Vicente Blasco Ibáñez fue llevada al cine:
Publicada en 1916, en pleno horror de la «Gran Guerra», Vicente Blasco Ibáñez (1867-1928) representó con singular acierto en Los cuatro jinetes del Apocalipsis las distintas fuerzas, intereses y mentalidades cuyo enfrentamiento llevó a la primera conflagración mundial. Estructurada en torno a la historia de dos familias -los Desnoyers y los Hartrott- que, aunque provenientes parcialmente de un tronco común, pertenecen cada una a uno de los bandos en conflicto, la novela discurre ágilmente por los escenarios dantescos de una Europa rota, sobre cuyos desolados campos de batalla el gran vitalista que fue Blasco hace latir finalmente, salvaje e invencible, el deseo de vivir.

Obra representativa de Vicente Blasco Ibáñez.



La Barraca:
  • Argumento:

El principal elemento de esta obra, el cual también le da nombre, es una barraca, a partir de la cual se crea esta historia.
Sobrevivir en la huerta Valencia era difícil, se tenían que trabajar tierras para mantener a las familias a flote, que muchas veces no pertenecían ni a quien las trabajaba puesto que estos no tenían presupuesto para permitírselas, por lo cual tenían que pagarles a los propietarios unos arriendos para poder utilizarlas, cosa que salía mas económica y si que se la podían permitir. En el capitulo dos, en un flashback cuanta como Barret, tío del protagonista, trabajaba en unas tierras de D.Salvador, al cual no pudo pagar lo acordado y este último le prohibe trabajar en su propiedad y debido a esto Barret tiene que abandonar la barraca donde vivía con su familia, cosa que al parecer no le hizo mucha gracia ya que guiado por la ira le mató. “La noticia se transmitía a grito pelado de un campo a otro” y Barret es condenado a ir a la cárcel.
Tras este acontecimiento, los huertanos de esas tierras hacen una especie de pacto para que nadie las pueda trabajar, guardando así un poco de orgullo, hasta que Batiste llega dispuesto a ello, y eso hace, trabajarlas para mantener a su familia. Fueron criticados y soportaron amenazas y tratos desfavorecedores hacia él y su familia, sobretodo por Pimentó, pero por la necesidad del dinero que le aportaban esas tierras para la supervivencia de ellos hacia de oídos sordos, permitiéndoles aguantar todo, aunque al principio les fue algo mal.
El tio Tomba y su nieto Tonet, enamorado de Roseta, eran casi los únicos que no odiaban a Batiste por ocupar esas dichosas tierras.
Batiste además de la ya mencionada hija, Roseta, tenia dos hijos, llamados Batistet y Pascualet, los cuales tuvieron que sufrir malas miradas, amenazas y malos tratos por compañeros y gentes del pueblo, ya que todos, la mayoría gente que trabajaba en las tierras, estaban en contra de esta familia como bien demostraban con hechos. Intentaron a toda costa que tuvieran problemas durante la mayor parte del tiempo y todo esto, nada mas que por que por Batiste los huertanos habían perdido ese miedo y respeto a los propietarios lo cual provocó a éstos mas exigencias y mas trabajo en general. “Toda aquella gentuza, grandes y chicos se habían propuesto acabar con la familia”
Un día, a la salida de los dos hijos varones de Batiste del colegio y el resto de los niños, hijos de huertanos, tuvieron un enfrentamiento, en el cual Pascualet enferma y muere, provocando un cambio total en los huertanos respecto a la familia Batiste, con el cual todo cambia, desde el comportamiento como el trato hacia ellos, los problemas desaparecen incluso Pimentó, el mayor de los enemigos, les trata con amistad, olvidando todo y dejando a aquellas tierras que Barret trabajó, en un segundo lugar, ayudando así a superar la muerte del pequeño y haciendo el trabajo más apacible.
Copa tenia una taberna, donde a veces se solían hacer apuestas inofensivas o eso parecía, hasta que un día Batiste pasó por allí, había oído que había una apuesta ente Pimentó y unos hermanos llamados Terreróla. Pimentó se puso a contar historias y lo que parecía una simple conversación amena y normal fue cambiando su color a la vez que cambiaba el rostro del narrador siendo cada vez más seria y preocupante llegando a decir que ya los huertanos no le tomaban tan en serio como antes ni siquiera cuando les sacaba la navaja, por lo cual Pimentó aun estaba resentido con Batise y aprovechando la ocasión de su visita le amenazó de muerte sino se iba de allí, con lo que Batiste, en sus 13, se siguió negando, le desafió al principio, y lo seguiría haciendo. Esto a Pimentó le sentó bastante mal, y sumándole el ambiente tenso, se lanzo a agredirle y este cogió una banqueta con la que se defendió y se fue de allí, pero ya las cosas no eran lo que eran, sino lo que fueron al principio, es decir, otra vez la gente estaba en su contra.
Un día cuando se dirigía a Valencia, siempre acompañado de su escopeta puesto que desconfiaba de todo el mundo, fue agredido de bala por Pimentó, el cual también resultó herido por una bala que Batiste disparo en defensa propia, ocasionando la muerte del primer agresor.
Ahora ya si que no tendría trabajo en esas tierras hostiles y no se sabía lo que ocurrirá con él, ya que tras la muerte de Pimentó, los huertanos, siempre defensores de este, le vengaron quemándole su Barraca, y dejándole sin nada.
Al final, “como hombre que ha caído tan hondo, tan hondo que ya no puede sentir remordimientos, apartó su vista del incendio” sin nada que perder y esperando tener mejor suerte, fue en busca de otro sitio para intentar, esta vez, conseguir algo.


  • Personajes:
  1. Batiste: Era un hombre con una familia a la que mantener y que por ello llegó a plantar cara a gente de su misma clase social y gente de clases sociales diferentes por defender lo suyo, lo cual lleva a pensar que sin duda es un hombre con coraje, valentía y fuerza para aguantar todos los reproches y tratos de aquellos que no le querían, es un luchador que buscaba trabajo. “Batiste, al inspeccionar las incultas tierras, se dijo que habia alli trabajo para un rato “lo cual demuestra las ganas que tenia por sacar lo suyo hacia delante.
  2. Pimentó: líder de los labradores, casado con Pepeta, “hombre con ojos molestos y extraños de borracho firme”, solía estar en la taberna de Copa, es el antagonista de esta historia. Es el mayor enemigo de Batiste, haciéndole la vida tan imposible que llega hasta el punto de intentar acabar con la vida de este.
  • Fragmento seleccionado:

“El espacio se empapaba de luz; disolvíanse las sombras como tragadas por los abiertos surcos y la masa de follaje, y en la indecisa neblina del amanecer iban fijando sus contornos húmedos y brillantes las filas de moreras y frutales, las ondulantes líneas de cañas, los grandes cuadros de hortalizas semejantes a enormes pañuelos verdes, y la tierra rojo cuidadosamentre labrada.
En los camino marcabáse filas de puntos negros y movibles como rosales de hormigas, que marchaban hacia la ciudad. Por los extremos de la vega sonaban chirridos de vegas, canciones perezosas interrumpidas por el grito arreando las bestias, y de vez en cuando, como sonoro trompetazo del amanecer, rasgaba el espacio un furioso rebuzno del cuadrúpedo paria, como protesta del pesado trabajo que caía sobre el apenas nacido el día.”

Vicente Blasco Ibáñez.









  • Biografía:


Nació en Valencia el 29 de enero de 1867. Hijo de Ramona Ibáñez y del comerciante Gaspar Blasco. Cursó los estudios de derecho, en la Universitat de València, licenciándose en 1888, a pesar de que prácticamente no ejerció dicha carrera. Dividió su vida entre la política, la literatura y el amor a las mujeres, de las que era un admirador profundo, tanto de la belleza física como de las características psicológicas de éstas. Se definía como un hombre de acción, antes que como un literato. Escribía con inusitada rapidez. Entusiasta de Miguel de Cervantes en torno a la historia y la literatura españolas. Años después, cansado de su vida de colonizador en la que cosechó grandes fracasos, Vicente Blasco Ibañez, uno de los novelistas más famosos de aquel cambio de siglo, marchó a París, coincidiendo con la llegada al poder de Cánovas del Castillo y el inicio de la Primera Guerra Mundial.
Ingresó con 20 años en la
masonería el 6 de febrero de 1887 adoptando el nombre simbólico de Danton. Formó parte de la Logia Unión nº 14 de Valencia y posteriormente de la logia Acacia nº 25.
Participó en política, caracterizándose por su oposición a la
monarquía y sus ideales republicanos, manifestando los mismos en el periódico El Pueblo, que fundó en 1893. Fue detenido en 1896 y condenado a varios meses de prisión. Entre los años 1898 y 1907, ocupó escaño en el Congreso de los Diputados representando al Partido Republicano, denominado Unión Republicana, entre el republicanismo unitario y el federalista, más tarde por sus discrepancias con el partido se integró al Partido de Unión Republicana Autonomista.
El novelista y republicano valenciano recibió el encargo personal del presidente francés
Raymond Poincaré de escribir una novela sobre la guerra. Y ésta fue Los cuatro jinetes del Apocalipsis (1916), que cautivó al público norteamericano.[cita requerida] El autor valenciano cultivó varios géneros dentro de la narrativa. Así, obras como Arroz y tartana (1894), Cañas y barro (1902) o La barraca (1898), entre otras, se pueden considerar novelas regionales. Al mismo tiempo, destacan sus libros de carácter histórico, entre los cuales se encuentran: Mare Nostrum, El caballero de la Virgen, el ya citado Los cuatro jinetes del Apocalípsis (1916), El Papa del Mar, A los pies de Venus o de carácter autobiográfico como La maja desnuda, La voluntad de vivir e incluso Los Argonautas, en la que mezcla algo de su propia biografía con la historia de la colonización española de América. Añádase La catedral, detallado fresco de los entresijos eclesiásticos de la catedral de Toledo.
Murió en
Menton (Francia) el 28 de enero de 1928, un día antes de que cumpliera 61 años. Sus restos fueron repatriados cinco años más tarde, durante la Segunda República Española, y llegaron al puerto de Valencia el 29 de octubre de 1933.
Aunque por algunos críticos se le ha incluido entre los escritores de la
Generación del 98, la verdad es que sus coetáneos no le admitieron entre ellos. Vicente Blasco Ibáñez fue un hombre afortunado en todos los órdenes de la vida y además se enriqueció con la literatura, cosa que ninguno de ellos había logrado. Además, su personalidad arrolladora, impetuosa, vital, le atrajo la antipatía de algunos. Sin embargo, pese a ello, el propio Azorín, uno de sus detractores, ha escrito páginas extraordinarias en las que manifiesta su admiración por el escritor valenciano. Por sus descripciones de la huerta de Valencia y de su esplendoroso mar, destacables en sus obras ambientadas en la Comunidad Valenciana, su tierra natal, semejantes en luminosidad y vigor a los trazos de los pinceles de su gran amigo, el ilustre pintor valenciano Joaquín Sorolla.
Vicente Blasco Ibáñez era hijo de
aragoneses y, aunque sabía hablar valenciano pudiendo apreciarse nimios toques en sus obras, produjo las mismas casi por completo en castellano, a pesar de aportar algún relato corto en valenciano para el almanaque de la sociedad Lo Rat Penat.
Conservó una villa en la
Playa de la Malvarrosa de Valencia, a pesar de sus correrías por el mundo, en la que debatía con los intelectuales y amigos de su época. Esta villa actualmente restaurada es la Casa Museo Vicente Blasco Ibáñez



  • Obras:

La obra de Vicente Blasco Ibáñez, en la mayoría de las historias de la literatura española en uso, por sus características generales se califica como perteneciente al Naturalismo literario. También se pueden observar, en su primera fase, algunos elementos costumbristas y regionalistas.