miércoles, 13 de enero de 2010

Naturalismo en España:


En España participaron de este movimiento hombres comprometidos con posturas cercanas al Krausismo o la izquierda como Galdós (La desheredada), Clarín y Vicente Blasco Ibáñez. Desde la óptica conservadora puede también hablarse de un Naturalismo cristiano no rigurosamente pesimista ni determinista en el que militaron autores como Pardo Bazán, Luis Coloma, José María de Pereda (que se acercó al naturalismo en su novela La Puchera), Juan Armada y Losada, José de Siles, Francisco Tusquets, Ángel Salcedo y Ruiz y Alfonso Pérez Gómez Nieva. Otro tercer grupo estaría integrado por los hombres de la revista Gente Nueva, luego ampliado en otra revista, Germinal, de ideología más extremista y que estaría integrado por los escritores del llamado Naturalismo radical: Eduardo López Bago, José Zahonero, Remigio Vega Armentero, Enrique Sánchez Seña, Joaquín de Arévalo, Jose María Matheu Aybar, Manuel Martínez Barrionuevo, Eugenio Antonio Flores, Silverio Lanza, Emilio Bobadilla, Alejandro Sawa, Joaquín Dicenta (quizá el poeta y dramaturgo del naturalismo más importante en castellano), José Ortega Munilla, Jacinto Octavio Picón, Ernesto Bark, Ricardo Macías Picavea y algunos otros más. En lengua catalana destaca Narcís Oller. Epígonos del naturalismo son en cierta medida Felipe Trigo y Augusto Martínez Olmedilla.
Empero, y con la excepción de algunos ensayos serios, como La desheredada, de Galdós, lo que se practica en España no es un auténtico naturalismo zolesco, sino una fórmula conciliadora que extrae algunos recursos formales de Zola sin seguir su doctrina ideológica (
ateísmo, positivismo, determinismo). Este sincretismo es el que practican Pardo Bazán o el marqués de Figueroa.

Autores:

Los autores se dividen en realistas y naturalistas:
Realistas:
  1. Pereda
  2. Valera
  3. Galdós
  4. Clarín

Naturalistas:
  1. Emilia Pardo Bazán
  2. Vicente Blasco Ibáñez

Características del naturalismo:

  1. Determinismo positivista como orden vital supremo, traducido, con frecuencia, en fatalismo mecanicista. El naturalista presenta al ser humano sin albedrío, determinado por la herencia genética y el medio en que vive. En él influyen el
  2. Positivismo de Auguste Comte, que no valora que no puede ser objeto de experiencia, el Utilitarismo de Bentham y Stuart Mill, que juzga todo en función de su utilidad, y el Evolucionismo físico de Darwin y social de Herbert Spencer, que niega la espiritualidad del hombre al negar la intervención divina, y el materialismo histórico de Marx y Engels. En la mayoría de los escritos lo que se intenta es reflejar que la condición humana está mediatizada por tres factores: la herencia genética, las taras sociales (alcoholismo, prostitución, pobreza, violencia) y el entorno social y material en que se desarrolla e inserta el individuo. Esto es, lo que se conoce en filosofía como Determinismo. De aquí deriva otra importante característica del Naturalismo, una crítica (implícita, ya que el valor documental y científico que se pretende dar a la literatura de este tipo impide aportar opiniones propias) a la forma como está constituida la sociedad, a las ideologías y a las injusticias económicas, en que se hallan las raíces de las tragedias humanas.
  3. La fisiología como motor de la conducta de los personajes;
  4. Anticlericalismo radical
  5. Sátira y denuncia social. La novela naturalista no vale como simple pasatiempo, es un estudio serio y detallado de los problemas sociales, cuyas causas procura encontrar y mostrar de forma documental.
    Concepción de la literatura como arma de combate político, filosófico y social;
    Argumentos construidos a la sombra de la herencia
    folletinesca y orlados de un abrumador pesimismo;
  6. Feísmo y tremendismo como repulsivos. Puesto que se presentan casos de enfermedad social, el novelista naturalista no puede vacilar al enfrentarse con lo más crudo y desagradable de la vida social.
    Adopción de los temas relativos a las conductas sexuales como elemento central de las novelas. No se trata de un erotismo deleitoso y agradable, sino que es una manifestación de enfermedad social, suciedad y vicio. Por ello, frecuentemente el novelista naturalista se centra en el mundo de la
    prostitución, vista como lacra social y como tragedia individual. El público confundía sin embargo a veces naturalismo con pornografía, lo que no era la intención de los naturalistas. Estos critican con frecuencia la literatura folletinesca que trastorna la percepción de la realidad.



Naturalismo:


El naturalismo es un estilo artístico, sobre todo literario, basado en reproducir la realidad con una objetividad perfecta y documental en todos sus aspectos, tanto en los más sublimes como los más vulgares. Su máximo representante, teorizador e impulsor fue el periodista Émile Zola que expuso esta teoría en el prólogo a su novela Thérèse Raquin y sobre todo en Le roman expérimental (1880). Desde Francia, el Naturalismo se extendió a toda Europa en el curso de los veinte años siguientes adaptándose a las distintas literaturas nacionales. El naturalismo presenta al ser humano sin albedrío, determinado por la herencia genética y el medio en que vive. Su máximo representante es Émile Zola:

domingo, 10 de enero de 2010

Obra representativa de Vicente Blasco Ibáñez.

Los cuatro jinete del apocalipsis:
Esta obra de Vicente Blasco Ibáñez fue llevada al cine:
Publicada en 1916, en pleno horror de la «Gran Guerra», Vicente Blasco Ibáñez (1867-1928) representó con singular acierto en Los cuatro jinetes del Apocalipsis las distintas fuerzas, intereses y mentalidades cuyo enfrentamiento llevó a la primera conflagración mundial. Estructurada en torno a la historia de dos familias -los Desnoyers y los Hartrott- que, aunque provenientes parcialmente de un tronco común, pertenecen cada una a uno de los bandos en conflicto, la novela discurre ágilmente por los escenarios dantescos de una Europa rota, sobre cuyos desolados campos de batalla el gran vitalista que fue Blasco hace latir finalmente, salvaje e invencible, el deseo de vivir.

Obra representativa de Vicente Blasco Ibáñez.



La Barraca:
  • Argumento:

El principal elemento de esta obra, el cual también le da nombre, es una barraca, a partir de la cual se crea esta historia.
Sobrevivir en la huerta Valencia era difícil, se tenían que trabajar tierras para mantener a las familias a flote, que muchas veces no pertenecían ni a quien las trabajaba puesto que estos no tenían presupuesto para permitírselas, por lo cual tenían que pagarles a los propietarios unos arriendos para poder utilizarlas, cosa que salía mas económica y si que se la podían permitir. En el capitulo dos, en un flashback cuanta como Barret, tío del protagonista, trabajaba en unas tierras de D.Salvador, al cual no pudo pagar lo acordado y este último le prohibe trabajar en su propiedad y debido a esto Barret tiene que abandonar la barraca donde vivía con su familia, cosa que al parecer no le hizo mucha gracia ya que guiado por la ira le mató. “La noticia se transmitía a grito pelado de un campo a otro” y Barret es condenado a ir a la cárcel.
Tras este acontecimiento, los huertanos de esas tierras hacen una especie de pacto para que nadie las pueda trabajar, guardando así un poco de orgullo, hasta que Batiste llega dispuesto a ello, y eso hace, trabajarlas para mantener a su familia. Fueron criticados y soportaron amenazas y tratos desfavorecedores hacia él y su familia, sobretodo por Pimentó, pero por la necesidad del dinero que le aportaban esas tierras para la supervivencia de ellos hacia de oídos sordos, permitiéndoles aguantar todo, aunque al principio les fue algo mal.
El tio Tomba y su nieto Tonet, enamorado de Roseta, eran casi los únicos que no odiaban a Batiste por ocupar esas dichosas tierras.
Batiste además de la ya mencionada hija, Roseta, tenia dos hijos, llamados Batistet y Pascualet, los cuales tuvieron que sufrir malas miradas, amenazas y malos tratos por compañeros y gentes del pueblo, ya que todos, la mayoría gente que trabajaba en las tierras, estaban en contra de esta familia como bien demostraban con hechos. Intentaron a toda costa que tuvieran problemas durante la mayor parte del tiempo y todo esto, nada mas que por que por Batiste los huertanos habían perdido ese miedo y respeto a los propietarios lo cual provocó a éstos mas exigencias y mas trabajo en general. “Toda aquella gentuza, grandes y chicos se habían propuesto acabar con la familia”
Un día, a la salida de los dos hijos varones de Batiste del colegio y el resto de los niños, hijos de huertanos, tuvieron un enfrentamiento, en el cual Pascualet enferma y muere, provocando un cambio total en los huertanos respecto a la familia Batiste, con el cual todo cambia, desde el comportamiento como el trato hacia ellos, los problemas desaparecen incluso Pimentó, el mayor de los enemigos, les trata con amistad, olvidando todo y dejando a aquellas tierras que Barret trabajó, en un segundo lugar, ayudando así a superar la muerte del pequeño y haciendo el trabajo más apacible.
Copa tenia una taberna, donde a veces se solían hacer apuestas inofensivas o eso parecía, hasta que un día Batiste pasó por allí, había oído que había una apuesta ente Pimentó y unos hermanos llamados Terreróla. Pimentó se puso a contar historias y lo que parecía una simple conversación amena y normal fue cambiando su color a la vez que cambiaba el rostro del narrador siendo cada vez más seria y preocupante llegando a decir que ya los huertanos no le tomaban tan en serio como antes ni siquiera cuando les sacaba la navaja, por lo cual Pimentó aun estaba resentido con Batise y aprovechando la ocasión de su visita le amenazó de muerte sino se iba de allí, con lo que Batiste, en sus 13, se siguió negando, le desafió al principio, y lo seguiría haciendo. Esto a Pimentó le sentó bastante mal, y sumándole el ambiente tenso, se lanzo a agredirle y este cogió una banqueta con la que se defendió y se fue de allí, pero ya las cosas no eran lo que eran, sino lo que fueron al principio, es decir, otra vez la gente estaba en su contra.
Un día cuando se dirigía a Valencia, siempre acompañado de su escopeta puesto que desconfiaba de todo el mundo, fue agredido de bala por Pimentó, el cual también resultó herido por una bala que Batiste disparo en defensa propia, ocasionando la muerte del primer agresor.
Ahora ya si que no tendría trabajo en esas tierras hostiles y no se sabía lo que ocurrirá con él, ya que tras la muerte de Pimentó, los huertanos, siempre defensores de este, le vengaron quemándole su Barraca, y dejándole sin nada.
Al final, “como hombre que ha caído tan hondo, tan hondo que ya no puede sentir remordimientos, apartó su vista del incendio” sin nada que perder y esperando tener mejor suerte, fue en busca de otro sitio para intentar, esta vez, conseguir algo.


  • Personajes:
  1. Batiste: Era un hombre con una familia a la que mantener y que por ello llegó a plantar cara a gente de su misma clase social y gente de clases sociales diferentes por defender lo suyo, lo cual lleva a pensar que sin duda es un hombre con coraje, valentía y fuerza para aguantar todos los reproches y tratos de aquellos que no le querían, es un luchador que buscaba trabajo. “Batiste, al inspeccionar las incultas tierras, se dijo que habia alli trabajo para un rato “lo cual demuestra las ganas que tenia por sacar lo suyo hacia delante.
  2. Pimentó: líder de los labradores, casado con Pepeta, “hombre con ojos molestos y extraños de borracho firme”, solía estar en la taberna de Copa, es el antagonista de esta historia. Es el mayor enemigo de Batiste, haciéndole la vida tan imposible que llega hasta el punto de intentar acabar con la vida de este.
  • Fragmento seleccionado:

“El espacio se empapaba de luz; disolvíanse las sombras como tragadas por los abiertos surcos y la masa de follaje, y en la indecisa neblina del amanecer iban fijando sus contornos húmedos y brillantes las filas de moreras y frutales, las ondulantes líneas de cañas, los grandes cuadros de hortalizas semejantes a enormes pañuelos verdes, y la tierra rojo cuidadosamentre labrada.
En los camino marcabáse filas de puntos negros y movibles como rosales de hormigas, que marchaban hacia la ciudad. Por los extremos de la vega sonaban chirridos de vegas, canciones perezosas interrumpidas por el grito arreando las bestias, y de vez en cuando, como sonoro trompetazo del amanecer, rasgaba el espacio un furioso rebuzno del cuadrúpedo paria, como protesta del pesado trabajo que caía sobre el apenas nacido el día.”

Vicente Blasco Ibáñez.









  • Biografía:


Nació en Valencia el 29 de enero de 1867. Hijo de Ramona Ibáñez y del comerciante Gaspar Blasco. Cursó los estudios de derecho, en la Universitat de València, licenciándose en 1888, a pesar de que prácticamente no ejerció dicha carrera. Dividió su vida entre la política, la literatura y el amor a las mujeres, de las que era un admirador profundo, tanto de la belleza física como de las características psicológicas de éstas. Se definía como un hombre de acción, antes que como un literato. Escribía con inusitada rapidez. Entusiasta de Miguel de Cervantes en torno a la historia y la literatura españolas. Años después, cansado de su vida de colonizador en la que cosechó grandes fracasos, Vicente Blasco Ibañez, uno de los novelistas más famosos de aquel cambio de siglo, marchó a París, coincidiendo con la llegada al poder de Cánovas del Castillo y el inicio de la Primera Guerra Mundial.
Ingresó con 20 años en la
masonería el 6 de febrero de 1887 adoptando el nombre simbólico de Danton. Formó parte de la Logia Unión nº 14 de Valencia y posteriormente de la logia Acacia nº 25.
Participó en política, caracterizándose por su oposición a la
monarquía y sus ideales republicanos, manifestando los mismos en el periódico El Pueblo, que fundó en 1893. Fue detenido en 1896 y condenado a varios meses de prisión. Entre los años 1898 y 1907, ocupó escaño en el Congreso de los Diputados representando al Partido Republicano, denominado Unión Republicana, entre el republicanismo unitario y el federalista, más tarde por sus discrepancias con el partido se integró al Partido de Unión Republicana Autonomista.
El novelista y republicano valenciano recibió el encargo personal del presidente francés
Raymond Poincaré de escribir una novela sobre la guerra. Y ésta fue Los cuatro jinetes del Apocalipsis (1916), que cautivó al público norteamericano.[cita requerida] El autor valenciano cultivó varios géneros dentro de la narrativa. Así, obras como Arroz y tartana (1894), Cañas y barro (1902) o La barraca (1898), entre otras, se pueden considerar novelas regionales. Al mismo tiempo, destacan sus libros de carácter histórico, entre los cuales se encuentran: Mare Nostrum, El caballero de la Virgen, el ya citado Los cuatro jinetes del Apocalípsis (1916), El Papa del Mar, A los pies de Venus o de carácter autobiográfico como La maja desnuda, La voluntad de vivir e incluso Los Argonautas, en la que mezcla algo de su propia biografía con la historia de la colonización española de América. Añádase La catedral, detallado fresco de los entresijos eclesiásticos de la catedral de Toledo.
Murió en
Menton (Francia) el 28 de enero de 1928, un día antes de que cumpliera 61 años. Sus restos fueron repatriados cinco años más tarde, durante la Segunda República Española, y llegaron al puerto de Valencia el 29 de octubre de 1933.
Aunque por algunos críticos se le ha incluido entre los escritores de la
Generación del 98, la verdad es que sus coetáneos no le admitieron entre ellos. Vicente Blasco Ibáñez fue un hombre afortunado en todos los órdenes de la vida y además se enriqueció con la literatura, cosa que ninguno de ellos había logrado. Además, su personalidad arrolladora, impetuosa, vital, le atrajo la antipatía de algunos. Sin embargo, pese a ello, el propio Azorín, uno de sus detractores, ha escrito páginas extraordinarias en las que manifiesta su admiración por el escritor valenciano. Por sus descripciones de la huerta de Valencia y de su esplendoroso mar, destacables en sus obras ambientadas en la Comunidad Valenciana, su tierra natal, semejantes en luminosidad y vigor a los trazos de los pinceles de su gran amigo, el ilustre pintor valenciano Joaquín Sorolla.
Vicente Blasco Ibáñez era hijo de
aragoneses y, aunque sabía hablar valenciano pudiendo apreciarse nimios toques en sus obras, produjo las mismas casi por completo en castellano, a pesar de aportar algún relato corto en valenciano para el almanaque de la sociedad Lo Rat Penat.
Conservó una villa en la
Playa de la Malvarrosa de Valencia, a pesar de sus correrías por el mundo, en la que debatía con los intelectuales y amigos de su época. Esta villa actualmente restaurada es la Casa Museo Vicente Blasco Ibáñez



  • Obras:

La obra de Vicente Blasco Ibáñez, en la mayoría de las historias de la literatura española en uso, por sus características generales se califica como perteneciente al Naturalismo literario. También se pueden observar, en su primera fase, algunos elementos costumbristas y regionalistas.





Obra representativa de Emilia Pardo Bazán.



Un viaje de novios:
Con el prólogo de esta obra se entiende el realismo de Emilia Pardo Bazán.

En Septiembre del pasado año 1880, me ordenó la ciencia médica beber las aguas de Vichy en sus mismos manantiales, y habiendo de atravesar, para tal objeto, toda España y toda Francia, pensé escribir en un cuaderno los sucesos de mi viaje, con ánimo de publicarlo después. Mas acudió al punto a mi mente el mucho tedio y enfado que suelen causarme las híbridas obrillas viatorias, las «Impresiones» y «Diarios» donde el autor nos refiere sus éxtasis ante alguna catedral o punto de vista, y a renglón seguido cuenta si acá dio una peseta de propina al mozo, y si acullá cenó ensalada, con otros datos no menos dignos de pasar a la historia y grabarse en mármoles y bronces. Movida de esta consideración, resolvime a novelar en vez de referir, haciendo que los países por mí recorridos fuesen escenario del drama.
Bastaría con lo dicho para prólogo y antecedentes de mi novela, que más no exige ni merece; pero ya que tengo la pluma en la mano, me entra comezón de tocar algunos puntos, si no indispensables, tampoco impertinentes aquí. A quien parezcan enojosos, queda el fácil arbitrio de saltarlos y pasar sin demora al primer capítulo de UN VIAJE DE NOVIOS, y plegue a Dios no se el antoje después peor que la enfermedad el remedio.
Tiene cada época sus luchas literarias, que a veces son batallas en toda la línea -como la empeñada entre clasicismo y romanticismo- y otras se concretan a un terreno parcial. O mucho me equivoco o este terreno es hoy la novela y el drama, y en el extranjero, la novela sobre todo. Reina en la poesía lírica, por ejemplo, libertad tal, que raya en anarquía, sin que nadie de ello se espante, mientras la escuela de noveladores franceses que enarbolan la bandera realista o naturalista, es asunto de encarnizada discusión y suscita tan agrias censuras como acaloradas defensas. Sus productos recorren el globo, mal traducidos, peor arreglados, pero con segura venta y número de ediciones incalculable. Es de buen gusto horrorizarse de tales engendros, y certísimo que el que más se horroriza no será por ventura el que menos los lea. Para el experto en cuestiones de letras, todo ello indica algo original y característico, fase nueva de un género literario, un signo de vitalidad, y por tal concepto, más reclama detenido examen que sempiterno desprecio o ciego encomio.
De la pugna surgió ya algún principio fecundo, y tengo por importante entre todos el concepto de que la novela ha dejado de ser mero entretenimiento, modo de engañar gratamente unas cuantas horas, ascendiendo a estudio social, psicológico, histórico, pero al cabo estudio. Dedúcese de aquí una consecuencia que a muchos sorprenderá: a saber, que no son menos necesarias al novelista que las galas de la fantasía, la observación y el análisis. Porque en efecto, si reducimos la novela a fruto de lozana inventiva, pararemos en proponer como ideal del género las Sergas de Esplandián o las Mil y una noches. En el día -no es lícito dudarlo- la novela es traslado de la vida, y lo único que el autor pone en ella, es su modo peculiar de ver las cosas reales: bien como dos personas, refiriendo un mismo suceso cierto, lo hacen con distintas palabras y estilo. Merced a este reconocimiento de los fueros de la verdad, el realismo puede entrar, alta la frente, en el campo de la literatura.
Puesto lo cual, cumple añadir que el discutido género francés novísimo me parece una dirección realista, pero errada y torcida en bastantes respectos. Hay realismos de realismos, y pienso que a ese le falta o más bien le sobra algo para alardear de género de buena ley y durable influjo en las letras. El gusto malsano del público ha pervertido a los escritores con oro y aplauso, y ellos toman por acierto suyo lo que no es sino bellaquería e indelicadeza de los lectores. No son las novelas naturalistas que mayor boga y venta alcanzaron, las más perfectas y reales; sino las que describen costumbres más licenciosas, cuadros más libres y cargados de color. ¿Qué mucho que los autores repitan la dosis? Yes que antes se llega a la celebridad con escándalo y talento, que con talento solo; y aun suple a veces al talento el escándalo. Zola mismo lo dice: el número de ediciones de un libro no arguye mérito, sino éxito.
No censuro yo la observación paciente, minuciosa, exacta, que distingue a la moderna escuela francesa: desapruebo como yerros artísticos, la elección sistemática preferente de asuntos repugnantes o desvergonzados, la prolijidad nimia, y a veces cansada, de las descripciones, y, más que todo, un defecto en que no sé si repararon los críticos: la perenne solemnidad y tristeza, el ceño siempre torvo, la carencia de notas festivas y de gracia y soltura en el estilo y en la idea. Para mí es Zola el más hipocondriaco de los escritores habidos y por haber; un Heráclito que no gasta pañuelo, un Jeremías que así lamenta la pérdida de la nación por el golpe de Estado, como la ruina de un almacén de ultramarinos. Y siendo la novela, por excelencia, trasunto de la vida humana, conviene que en ella turnen, como en nuestro existir, lágrimas y risas, el fondo de la eterna tragicomedia del mundo.
Estos realistas flamantes se dejaron entre bastidores el puñal y el veneno de la escuela romántica, pero, en cambio, sacan a la escena una cara de viernes mil veces más indigesta.
¡Oh, y cuán sano, verdadero y hermoso es nuestro realismo nacional, tradición gloriosísima del arte hispano! ¡Nuestro realismo, el que ríe y llora en la Celestina y el Quijote, en los cuadros de Velázquez y Goya, en la vena cómico-dramática de Tirso y Ramón de la Cruz! ¡Realismo indirecto, inconsciente, y por eso mismo acabado y lleno de inspiración; no desdeñoso del idealismo, y gracias a ello, legítima y profundamente humano, ya que, como el hombre, reúne en sí materia y espíritu, tierra y cielo! Si considero que aun hoy, en nuestra decadencia, cuando la literatura apenas produce a los que la cultivan un mendrugo de amargo pan, cuando apenas hay público que lea ni aplauda, todavía nos adornan novelistas tales, que ni en estilo, ni en inventiva, ni acaso en perspicacia observadora van en zaga a sus compañeros de Francia e Inglaterra (países donde el escribir buenas novelas es profesión, a más de honrosa, lucrativa), enorgullézcome de las ricas facultades de nuestra raza, al par que me aflige el mezquino premio que logran los ingenios de España, y me abochorna la preferencia vergonzosa que tal vez concede la multitud a rapsodias y versiones pésimas de Zola, habiendo en España Galdós, Peredas, Alarcones y otros más que omito por no alargar la nomenclatura.
Si a algún crítico ocurriese calificar de realista esta mi novela, como fue calificada su hermana mayor Pascual López, pídole por caridad que no me afilie al realismo transpirenaico, sino al nuestro, único que me contenta y en el cual quiero vivir y morir, no por mis méritos, si por mi voluntad firme. Tanto es mi respeto y amor hacia nuestros modelos nacionales, que acaso por mejor imitarlos y empaparme en ellos, di a Pascual López el sabor arcaico, ensalzado hasta las nubes por la benevolencia de unos, por otros censurado; pero, en mi humilde parecer, no del todo fuera de lugar en una obra que intenta -en cuanto es posible en nuestros días, y en cuanto lo consiente mi escaso ingenio- recordar el sazonadísimo y nunca bien ponderado género picaresco. No tendría disculpa si emplease el mismo estilo en UN VIAJE DE NOVIOS, de índole más semejante a la de la moderna novela llamada de costumbres.
Aun pudiera curarme en salud, vindicándome anticipadamente de otro cargo que tal vez me dirija algún malhumorado censor. Hay quien cree que la novela debe probar, demostrar o corregir algo, presentando al final castigado el vicio y galardonada la virtud, ni más ni menos que en los cuentecicos para uso de la infancia. Exigencia es esta a que no están sujetos pintores, arquitectos ni escultores: que yo sepa, nadie puso tacha a Velázquez porque de sus Hilanderas o sus Niños bobos no resulte lección edificante alguna. Sólo al mísero escritor entregan férula y palmeta a fin de que vapulee a la sociedad, pero con tal disimulo, que ésta haya de tomar los disciplinazos por caricias, y enmendarse a puros entretenidos azotes. Yo de mí sé decir que en arte me enamora la enseñanza indirecta que emana de la hermosura, pero aborrezco las píldoras de moral rebozadas en una capa de oro literario. Entre el impudor frío y afectado de los escritores naturalistas y las homilías sentimentales de los autores que toman un púlpito en cada dedo y se van por esos trigos predicando, no escojo; me quedo sin ninguno. Podrá este mi criterio parecer a unos laxo, a otros en demasía estrecho: a mí me basta saber que, prácticamente, lo profesaron Cervantes, Goethe, Walter Scott, Dickens, los príncipes todos de la romancería.
Y perdóname, lector benigno, que a tan ilustres personajes haya traído de los cabellos con ocasión de mis insignificantes escritos. Por ventura suele la vista de una charca recordar el Océano; mas la charca, charca se queda. Harto se lo sabe ella, y bien le pesa de su pequeñez; pero no la hizo Dios más grande, por lo cual echará mano de la resignación que a ti te desea, si has de recorrer estas páginas.

  • Argumento:

Fernando se dedica a concertar bodas y en esta ocasión arregla el matrimonio por poderes de dos amigos suyos que no se conocen: Juan y Ana. Tras pasar diez años de safari en África, Juan llega en avión a España donde espera conocer a su mujer que llega el mismo día desde Buenos Aires. En el aeropuerto le recibe Fernando y se van al bar del aeropuerto a esperar que llegue Ana. Todo comienza con mal pie. Durante la espera Juan bebe más de la cuenta y se emborracha. Cuando llega Ana se lleva un disgusto al conocer a su marido en tal estado. Fernando les lleva a un hotel para recién casados donde conocerán a otras “felices” parejas y dará comienzo una sin par “luna de miel”.


  • Personajes:
  1. Josita Hernán
  2. Rafael Durán
  3. José María Lado
  4. Carolina Jiménez
  5. Emilio Ruiz
  6. Alberto Romea
  7. José Suarez
  8. Josefina Tapias
  9. Jorge Greiner
  10. Juana Ferrer

viernes, 8 de enero de 2010

Emilia Pardo Bazán.



  • Biografía:

Emilia Pardo Bazán nace el 16 de septiembre de 1851 en La Coruña, ciudad que siempre aparece en sus novelas bajo el nombre de "Marineda". Hija única de don José Pardo Bazán y Mosquera y de doña Amalia de la Rúa Figueroa y Somoza, recibe una educación esmerada.Lectora infatigable desde los 8 años, a los nueve compuso sus primeros versos, y a los quince su primer cuento, Un matrimonio del siglo XIX, que envió al Almanaque de La Soberanía Nacional, y que sería el primero de los numerosísimos -cerca de 600- que publicaría a lo largo de su vida.
Su formación se completó en la capital de España, donde solía pasar los inviernos la familia, debido a las actividades políticas de su padre, militante en el partido liberal progresista.
El año 1868 supone un hito en la vida de Emilia: "Tres acontecimientos importantes en mi vida se siguieron muy de cerca: me vestí de largo, me casé y estalló la Revolución de septiembre de 1868". Emilia tenía 16 años, y su marido, José Quiroga, estudiante de Derecho, veinte. La boda se celebró el 10 de julio en la capilla de la granja de Meirás, propiedad de los padres de la novia.
En 1873 la familia Pardo Bazán -también los recién casados- abandona temporalmente España. El viaje se prolonga por varios países de Europa, lo que despierta en Emilia la inquietud por los idiomas, con el deseo de leer a los grandes autores de cada país en su lengua original. Su inquietud intelectual va en aumento y, al regresar a España, entra en contacto con el
krausismo a través de Francisco Giner de los Ríos, con quien le uniría una gran amistad. El influjo de los krausistas la empuja a la lectura de los místicos y de Kant, y éstos, a su vez, la conducen hasta Descartes, Santo Tomás, Aristóteles y Platón.
En 1876, año del nacimiento de su primer hijo, Jaime, se da a conocer como escritora al ganar el concurso convocado en Orense para celebrar el centenario de
Feijoo. Son años en que todavía no ha abandonado totalmente la poesía. Gracias a Giner de los Ríos se edita en 1881 el libro de poemas de doña Emilia, titulado Jaime.
La afición al género novelesco no es temprana en doña Emilia, que consideraba la novela un género menor, de mero pasatiempo, prefiriendo completar, siguiendo un orden, su formación intelectual, en la que encontraba muchas lagunas.
Sin embargo, el conocimiento de las obras de sus contemporáneos la anima a escribir su primera novela, Pascual López. Autobiografía de un estudiante de medicina, poco antes de aceptar la dirección de la Revista de Galicia, en 1880.
En 1881 publica
Un viaje de novios, novela para la que utilizó las experiencias de un viaje a Francia, y ese verano, en Meirás, acaba San Francisco de Asís, ya embarazada de su segunda hija, Carmen. El prólogo de Un viaje de novios es importantísimo para comprender lo que significa el naturalismo en la obra de Emilia Pardo Bazán, así como la serie de artículos que publica entre 1882 y 1883 bajo el título de La cuestión palpitante, la del naturalismo, corriente literaria que dio a conocer en España.
En esta línea naturalista se inscribe la tercera novela de doña Emilia,
La Tribuna (1883), así como las posteriores de Los pazos de Ulloa (1886), La madre naturaleza (1887) y La piedra angular (1891), aunque entre La Tribuna y Los pazos de Ulloa escribe Emilia Pardo Bazán una novela en la que se aparta de la técnica naturalista. Se trata de El cisne de Vilamorta, en la que conjuga la observación realista con ciertos elementos románticos. Además, entre La madre naturaleza (1887) y La piedra angular (1891) publica cuatro novelas que tampoco pueden considerarse naturalistas: Insolación y Morriña, ambas de 1889 y ambientadas en Madrid, han sido consideradas por la crítica dentro de las coordenadas del realismo, y Una cristiana y La prueba, las dos de 1890, como participantes de cierto idealismo, tendencia que se observa también -con el paréntesis de La piedra angular-, en el ciclo de Adán y Eva, formado por Memorias de un solterón (1891) y Doña Milagros (1894).
En 1891 emprende una nueva aventura periodística con
Nuevo Teatro Crítico, revista fundada y escrita completamente por ella, que tanto en su título como en su planteamiento misceláneo, cultural en sentido amplio, y divulgativo quiere rendir homenaje a su admirado Feijoo, y ese mismo año funda y dirige en 1892 la Biblioteca de la Mujer.
Desde tiempo atrás doña Emilia venía colaborando en numerosas revistas y periódicos, con crónicas de viajes, artículos, ensayos y numerosísismos cuentos que agruparía en varias colecciones:
Cuentos de Marineda, Cuentos de amor, Cuentos sacroprofanos, En tranvía (Cuentos dramáticos), Cuentos de Navidad y Reyes, Cuentos de la patria, Cuentos antiguos... Y también en la prensa, en La Lectura, empieza a salir en 1903 su novela La Quimera, que dos años después vería la luz como libro. Confirmando su criterio de que la novela debe reflejar el momento en que es escrita, pueden apreciarse en La Quimera ciertos ecos modernistas y simbolistas.
En 1908 publica
La sirena negra cuyo tema central es el de la muerte, que ha escrito en el Ateneo de Madrid, donde ha sido nombrada Presidenta de la Sección de Literatura en 1906.
Viajera infatigable, continúa además consignando sus impresiones en artículos de prensa y en libros. En 1900 van apareciendo en El Imparcial sus artículos sobre la Exposición universal de París, que cuajarán en el libro Cuarenta días en la Exposición; en 1902 se edita Por la Europa católica, fruto de un viaje por los Países Bajos.
Todavía no había intentado llevar a la escena sus obras de teatro, y en 1906 estrena en Madrid, sin éxito, Verdad y Cuesta abajo.
Es doña Emilia una figura reconocida en la vida literaria, cultural y social. En 1908 comienza a utilizar el título de Condesa de Pardo Bazán, que le otorga
Alfonso XIII en reconocimiento a su importancia en el mundo literario; desde 1910 era consejera de Instrucción Pública; socio de número de la Sociedad Matritense de Amigos del País desde 1912... Dos años después se le impondría la Banda de la Orden de María Luisa, y recibiría del Papa Benedicto XV la Cruz Pro Ecclesia et Pontifice... En 1916 el ministro de Instrucción Pública la nombra catedrática de Literatura Contemporánea de Lenguas Neolatinas en la Universidad Central.El 12 de mayo de 1921, una complicación con la diabetes que padecía le provoca la muerte. Al día siguiente, toda la prensa hablaba de la escritora fallecida el día anterior, que fue enterrada en la cripta de la iglesia de la Concepción de Madrid.






  • Obras:
  1. Narrativa
  2. Ensayo y crítica
  3. Libros de viajes
  4. Biografías
  5. Lírica

Obra representativa de Galdós.


Fortunata y Jacinta:






  • Argumento:

El eje conductor de la historia es el personaje de Juanito Santa Cruz. Este joven de familia adinerada, durante su época estudiantil, se corre buenas juergas con sus amigos. En una de ellas se encapricha de Fortunata, una joven de clase humilde. Termina por aburrirse de ella y desaparece de su vida. Su madre decide casarle con su prima Jacinta. Durante la luna de miel el joven le narra sus aventuras por los barrios pobres de Madrid y le habla de Fortunata. El tiempo pasa y Jacinta no puede tener hijos, ella y el resto de la familia llegan a obsesionarse con el tema.
Un buen día aparece Ido del Sagrario, un pobre al que Juanito invitaba a casa para reírse de él, y le cuenta a Jacinta que sabe donde hay un hijo de su marido: de éste y de Fortunata. La joven se ilusiona con la idea de tener un hijo de su marido (dejando a un lado el dolor del engaño). Tras consultarlo con Guillermina Pacheco (una vecina santurrona), las dos mujeres van a por el Pitusín. El tutor de la criatura era José Izquierdo, tío de Fortunata, al que terminan por comprar el niño. Cuando lo habla con su marido todo resulta ser una farsa. No era suyo. Era cierto que él había tenido un hijo con Fortunata pero la criatura murió cuando él ya estaba casado con Jacinta. Ésta y su suegra le habían tomado cariño así que lo ingresan en un hospicio.
Mientras tanto, Fortunata había malvivido con distintos hombres. El que no la engañaba le daba palizas o la abandonaba a la primera de cambio. Estuvo un tiempo en Barcelona. A su vuelta se instaló en el piso de Feliciana, una conocida suya. El novio de ésta solía ir a la casa con un amigo, Maximiliano Rubín. Fue allí donde el joven se enamoró perdidamente de Fortunata. Al poco tiempo le propuso mantenerla, la chica vio esto como una salida de la mala vida que llevaba: aceptó.
Maxi vivía con su tía, Doña Lupe. Llegado un punto Maximiliano se quiso casar: lo consultó con su tía y sus hermanos. Estuvieron todos de acuerdo siempre que Fortunata pasara una temporada en el convento de Las Micaelas, para reformarse. Pasado este período se llevó a cabo lo concertado. En su nueva casa le esperaba una trampa a Fortunata. Juan Santa Cruz alquiló el piso de al lado y compró a la criada de los recién casados para enredar la situación. Fortunata tardó nada en picar el anzuelo. Maxi volvió a casa de su tía y Fortunata a un piso que pagaba Juanito.
Con el tiempo el joven volvió a cansarse de las vulgaridades de su capricho. Se fue alejando de ella hasta abandonarla de nuevo, eso sí: esta vez le dejó una pequeña cantidad para que se mantuviera un tiempo. Fortunata tropezó con Don Evaristo Feijoo, amigo de su cuñado Juan Pablo. El hombre le propuso un trato: una buena vida a cambio de compañía. Con él estuvo una temporada, ni siquiera vivían juntos, hasta que Feijoo sintió que se hacía demasiado viejo y Fortunata se quedaría otra vez en el arroyo. Le aconsejó volver a casa de su marido y así se hizo tras mover algunos hilos. Durante este segundo matrimonio conoció a Segismundo Ballester, compañero de botica de Maxi, que estaba loco por ella.
Cuando Juan la vio reformada, de nuevo quiso tenerla a su lado. Fortunata, esta vez sin huir de casa, volvió a caer. Maximiliano iba perdiendo la cabeza poco a poco. Un día con sus locuras descubrió que su mujer estaba embarazada. Para entonces Juan se había vuelto a cansar de ella. Era cierto que estaba embarazada y tras explicárselo a su tía política, doña Lupe «la de los pavos», la joven se fue de la casa. Volvió a donde se había criado, con su tía Segunda. Tuvo a su segundo hijo asistida por un médico amigo de los Rubín y el joven Segismundo.
A su marido le contaron que Fortunata había muerto, no lo creyó y consiguió descubrir donde estaba; incluso se acercó a conocer a la criatura. Le contó que Santa Cruz la estaba engañando con Aurora, una amiga de la familia Rubín e íntima suya. Tan pronto como se vio sola en la casa salió a ajustarle las cuentas.
A los pocos días moría desangrada. Antes de apagarse firmó una nota en la que entregaba su hijo a Jacinta. A Maximiliano, que no se sabía si estaba demasiado cuerdo o loco, lo encerraron en Leganés. El mismo día del entierro de Fortunata llegó al cementerio el cuerpo de Feijoo.

  • Personajes:

Fortunata
Juan Santa Cruz
Jacinta
Maximiliano Rubín
En relación a Fortunata
Juárez el Negro
Camps
Evaristo Feijoo
Ido del Sagrario
Nicanora
José Izquierdo
Rosita
Juan Evaristo Segismundo
Segunda
En relación a Maxi
Olmedo
Feliciana
Juan Pablo Rubín
Refugio
Doña Lupe
Nicolás Rubín
Segismundo Ballester
Torquemada
Papitos
En relación a Jacinta
Manuel Moreno Isla
Isabel Cordero
Gumersindo Arnáiz
Guillermina Pacheco
En relación a Juan
Aurora
Baldomero Santa Cruz
Barbarita Arnáiz
Estupiñá
Jacinto Villalonga

Obra representativa de Galdós.

La Desheredada:
Una de las obras más naturalistas
El naturalismo es una corriente literaria que extrema los rasgos del realismo. La más clara influencia del naturalismo en La deheredada es el determinismo, personificado en la figura de Isidora. Toda la forma de actuar del personaje a lo largo de la novela viene dado por su supuesto origen en la alta socidad. Nos encontramos por tanto ante un determinismo biológico, pues por supuestamente haber nacido noble Isidora adquiere los rasgos característicos de su clase y se comporta como tal. Sin embargo, tambien podemos interpretar esto como una crítica al determinismo, porque se nos cuenta como, a pesar de no haber nacido noble, Isidora se comporta como si lo fuera, pues ella cree que es así. A lo largo de la historia en numerosas ocasiones Isidora apela a su supuesta condición social para justificar ciertas actuaciones o actitudes, o para dar explicación a sus situaciones.
Quizá otros rasgos del naturalismo no están tan definidos, pero sí se observa un acercamiento a ambientes más sórdidos y marginales de la sociedad, como la prostitución, y un intento de reflejar toda la realidad social por parte del autor. Sin embargo el narrador no es objetivo, sino que claramente da a conocer su opinión sobre las situaciones y personajes de la novela




  • Argumento:

1ª PARTE:
Tomas Rufete, Isidora va a verlo, Rufete muere y llega Miquis para recoger a Isidora
Isidora va a casa de su tía la Sanguijuelera
Isidora y su tia van a ver a Pecado que estaba trabajando en una especie de rueda moviéndola
Isidora y Miquis pasaron una tarda juntos e hicieron muchas cosas
Isidora recibe una tarjeta del Marques de Saldeoro
Majito entro en la tienda de la sanguijuelera buscando a Pecado, viendo que el no esta cogio algo y salió acompañado por varios muchachos y fueron por ahi como gamberros, en una especie de valle se encontraron con otros dos gamberros y empieza una pelea donde llega Pecado y mato a un niño y fue buscado por todas las personas aterrorizadas
Isidora derrocha mucho dinero en comprar cosas en Madrid, algunas de ellas sin sentido
Se describe a don José y su familia
Miquis, Isidora, ect.. visitan el palacio de Aransis
Isidora al llegar del palacio no puede dormir debido al nerviosismo y se queda despierta toda la noche
Isidora manda una carta a sus hermanos, ect.
Isidora acompañada de su padrino va a casa de Joaquín Pez, sale mosqueada debido a los insultos y humillos que sufrió esta por parte del
Llega la Navidad, Pecado fue soltado y el e Isidora llegaron a casa de doña Laura, pero esta no quería q se sentase en la mesa ese criminal y entonces Isidora se mosqueo y se fueron a otro cuarto solos, no comieron apenas nada y se acostaron
Mariano se escapo y fue a casa de su tía, llego con su hermana y esta le puso en un colegio
La marquesa de Aransis llego y quería ver a Isidora, ella fue y la de Aransis la interrogo sobre su posible relación de Isidora con los de Aransis ( hija de Virginia y nieta de esta ), Isidora al ver que esta no la tomaba como tal rompio a llorar
Isidora y Don José anduvieron por todos los lados de la ciudad, al llegar al congreso ella se detuvo, salió él marque de Saldeoro con el que se fue y se perdieron entre la gente
El tío de Isidora le mando una carta dándole unos consejillos para cuando tuviese el poder que a ella le correspondía

2ª PARTE:
Isidora tuvo un hijo al que llamo Riquin, José relimpio cuenta lo que le sucedió a Isidora en 34 meses en la casa de final de la calle de Hortaleza
Isidora le pide dinero a su tía ya que le hacia falta, porque Joaquín alomejor se marchaba ala Habana, Isidora cogió y liquido todos los objetos que había en la casa y los vendió, pago todas sus deudas y quería ponerse a trabajar ayudada siempre de Don Jose
Isidora iba ala Iglesia y había un hombre que la miraba mucho, que era rico y poderoso
Mientras en casa de Isidora vivían de maravilla con hijos, ect. Mariano vivió honradamente y se puso a trabajar en una litografía, con un jefe severo y duro pero muy buena persona
Mariano dejo de ir al taller y se fue a cafés, allí se encontró a Relimpio con el que mantuvo una conversación acerca de su hermana, Don José pasa por la casa de Isidora y cogió una carta que ella le entrega, ella fue a sacar a Riquin a dar un paseo
Isidora visito a Joaquín del que sigue locamente enamorada y se tiran hablando una tarde entera de cosas de ellos y de que el se iba a la Habana
Isidora fue ala pradera de san Isidro con varias personas de su casa, cuando llego a su casa de regreso Botin estaba furioso ya que este no quería que ella hubiese ido, discutieron y ella se mosquea y se marcho de la casa sin dineros y sin nada y acompañada de toda su familia
Isidora y los demás se fueron a casa de Relimpio, allí se encontraba Melchor el cual se ofrecio a pagar los gastos de esta, Mariano desapareció, al ponerse malo Riquin Melchor corrió con todos los gastos, pero melchor cayo en crisis e Isidora se vio obligada a vender todo lo que tenia
Bou se pasa las noches con Isidora, este tiene una hermana en el palacio de Aransis, ella y el fueron al palacio, el lo examina detenidamente haciendo diferentes comentarios, Bou le pidió casamiento a Isidora ante la negativa de esta por estar enamorada de Joaquín
Isidora, don José y riquin seguían sin un duro, esta acudió a Miquis que le dijo que se casara con Juan Bou a lo que ella no accedió, a Isidora la admitieron en casa de Emilia, el seguía dándole consejos para ayudarla, pero un día llego y la regaño ya que esta seguía viendo a Joaquín que estaba hecho un desgraciado, Miquis le dio otro consejo porque ella solo quería dineros, al final ella desapareció dejando una carta
Empezó el pleito por el caso de Isidora, ella seguía perdida y Juan Bou se hizo rico; Miquis, Don José y Bou se emborracharon y dijeron tonterías
Joaquín se encuentra nervioso y se encuentra acompañado de Isidora, estaban haciendo planes de futuro cuando ella fuese rica y entro Don José para dar un papel a Isidora, se durmieron, ala mañana siguiente Isidora salió a hacer recados y Joaquín de despertó y quería suicidarse pero entro Don José y le entrego dinero que le había dado Isidora, acusan a Isidora de falsificación y se la llevan
Isidora fue llevada ala cárcel, allí la visitaban todos, Mariano cayo enfermo, Miquis y la sanguijuelera lo encontraron y estaba muy distinto, el iba a ver mucho ala hermana y hablaban de la herencia perdida
Mariano iba a visitar a Juan Bou al cual le confeso lo de los petardos, Mariano andaba por las calles insultando a los ricos sé encontró con Gaitica, de repente Mariano dejo de tener contactos con todos menos con Modesto Rico con el que vivía.Isidora seguía en la cárcel y fue visitada por el suegro de Miquis, este le explico todo el caso de lo de la herencia, haciéndole ver con pruebas que estaba perdido todo y que ella no pertenecía a los Aransis, ella penso mucho en este tema. La sanguijuelera fue a visitar a Isidora con la cual comento varias cosas, la tía se fue con Riquin, al llegar ala plaza vio a Mariano muy bien arreglado, este se sentó en un banco y penso varios momentos, estaban en una especie de fiesta donde todas las personas importantes salían a que el el pueblo los viese, en esto que Mariano al ver que llegaba un coche que el esperaba saco una pistola y disparo sin causar daño a nadie
Isidora se entero de la noticia, Don José fue a visitarla y le dijo que Bou se iba a casar, Isidora sale de la cárcel y un tal pepillo le ofrece que se vaya con él, ella acepta ante la desesperación de Don José, Isidora fue de mal en peor desde ese momento ya que ese hombre la maltrataba, Don José fue a buscar a Miquis para que ayudase a Isidora que estaba en muy mal estado de salud y mentalmente
Isidora seguía con la misma actitud, una noche decidió irse de la casa ante la negativa de Relimpio con el cual tubo un forcejeo, después de eso Isidora salió de la casa y murió al igual que Don José, Emilia cuidaría a Riquin el cual lo tomo como su hijo.

  • Personajes:
  1. Isidora: Guapa, mujer que le gustaban los lujos, gran derrochadora de dineros, tuvo un hijo(Riquin), hija de Tomas Rufete y supuesta persona vinculada a los de Aransis
  2. Don José: Padrino de Isidora, ayudo a su ahijada siempre y sacrifico mucho para ayudarla, siempre la apoyaba en sus decisiones menos cuando se quería suicidar, padre de Emilia
  3. Miquis: Gran amigo de Isidora el cual también se sacrifica por ella, era doctor y estaba casado con una mujer guapa
  4. Mariano: Apodado “Pecado”, hermano de Isidora, muchacho fuerte de un carácter de un hombre que se convirtió en un desgraciado con el tiempo debido por su pase por la cárcel varias veces
  5. Riquin: Hijo de Isidora, que tenia una enorme cabeza, decían que era el anticristo, hijo de Joaquín
  6. Joaquín: Fue el único hombre de el cual Isidora estaba realmente enamorada, tuvo que marchar a la Habana por problemas económicos, después se caso con una americana y tuvo un hijo
  7. Sanguijuelera: Tía de Isidora, mal carácter el cual fue aflojando con el tiempo se encargo de
  8. Mariano durante mucho tiempo y ayudo a su sobrina cuando lo necesitaba
  9. Melchor: Hijo de Don José, poseía gran cantidad de dinero que luego perdió y volvió a obtener, ayudo también a Isidora económicamente
  10. Juan Bou: Dueño de una tienda litográfica que se quería casar con Isidora ala cual ayudo y ofreció trabajo a Pecado, luego fue rico y se caso
  11. Majito: Gran amigo de Pecado que era igual de gamberro que el
  12. Gonzalete y Zarapicos: Niños huérfanos que se pelearon con Pecado, Majito, ect
  13. Emilia: Hija de Don José que se encargaría de cuidar a Riquin cuando Isidora murió
  14. Suegro de Miquis: Se encargo de tener bien informada a Isidora de como iba el pleito, dándole consejos de como debía actuar
  15. Marquesa de Aransis: Supuesta abuela de Isidora ala cual no quería reconocer como tal
  16. Botín: Hombre rico que vivió con Isidora y que la mantuvo un cierto tiempo hasta que se pelearon
  17. Pepillo: Ultimo hombre con el que vivió Isidora el cual maltrataba y demás
  18. Doña Laura: Mujer que no quiso en su casa a Mariano ante el enfado de Isidora

jueves, 7 de enero de 2010

Benito Pérez Galdos.



  • Biografía:
  • Nació en las palmas de gran canaria en 1843. En 1852 ingresó en el Colegio de San Agustín, recibió una educación rígida y religiosa.
    Es uno de los grandes realistas y naturalistas del siglo XIX en España. Participó en la política apoyando el liberalismo, y más tarde al republicanismos.
  • Ingresó en la real academia española en 1889
  • Tuvo una hija en 1891 con Lorenza Cobián,quién se suicidó
  • En 1907 fue eelegido presidente de las Cortes
  • En 1909 se aprartó de la política
  • Murió en Madrid en 1920
  • Obras:

-Novelas: se destacan tres épocas importantes:

  1. Novelas de tesis
  2. Novelas contemporáneas
  3. Novelas espiritualistas

-Teatro

-Narrativa breve

- Episodios nacionales